EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 66 – Febrero de 2004

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar/


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Gritos en la oscuridad: Los ovnis tenebrosos

 

Scott Corrales

Bradford – Estados Unidos

lornis1@earthlink.net

 

Pocas son las cosas que pueden desgarrar la serenidad de un ser humano como puede lograrlo un buen grito: ya sea el chillido de un niño o el alarido de una actriz de película de horror. El grito activa nuestros sentidos, inunda nuestros cuerpos de adrenalina y nos prepara – desde la milenarias cavernas de nuestros antepasados – a luchar o escapar de la posible amenaza, a la misma vez que activa en nosotros el ánimo de socorrer a la persona que grita.

A mediados de los 1970 circulaba un disco muy interesante sobre el fenómeno ovni – una serie de charlas por un ufólogo llamado Will Jima y cuya portada era mucho más interesante que su contenido, como suele suceder. La poderosa carátula del elepé mostraba una escena nocturna típicamente estadounidense con un platívolo aterrizado y un hombre siendo arrastrado hacia el vehículo desconocido por dos seres rarísimos. La ilustración no dejaba lugar a dudas de que el hombre era llevado hacia el objeto contra su voluntad y muy a su pesar. Era como si el eslogan publicitario de la película Alien (1979) "en el espacio no hay quien te oiga gritar" hubiese sido adaptado al fenómeno ovni.

La ciencia-ficción, desde sus albores, ha hecho que los gritos sean inseparables del celuloide: gritos al ver al extraterrestre, gritos al ver el monstruo, pero ¿qué sucede cuando los escalofriantes alaridos se producen aquí y ahora, y están relacionados con el fenómeno de los OVNI?

 

Gritos sobre Texas

 

Las vigilias OVNI suelen ser eventos bastante alegres en los que se dan cita los estudiosos y aquellos que sencillamente desean ver uno de los misterios más inquietantes de nuestro tiempo. Pero nada prepararía a un padre e hijo del estado de Texas (EUA) para lo les tocaría vivir a mediados del mes de junio en 1998.

El padre, que sólo fue identificado como "Pappie" pero cuyo nombre tenía las iniciales "D.M.", informó a los investigadores que se ocuparon de su caso que a las 20:30 horas del 14 de junio se encontraba haciendo una vigilia con su hijo en las cercanías del pueblo de Leander, cuarenta kilómetros al noroeste de la ciudad de Austin, la capital del estado. "Pappie" y su hijo habían estacionado su camioneta a la orilla de un camino vecinal que ascendía la cuesta de una colina, desde la cual les era posible ver no sólo la espléndida tarde de verano sino también la región circundante.

Cuál sería el asombro de los testigos al ver dos luces en el cielo acercarse a su posición. Según el testimonio del padre, las luces se desplazaban a una velocidad constante pero seguían derroteros distintos – una hacia el suroeste y la otra hacia el sur, pudiendo ser vista a distancias considerables. "Las luces volaban demasiado bajo para ser satélites", aclaró el testigo.

En cuestión de minutos, un fogonazo de luz azulada iluminó el fondo de un valle contiguo a la colina, cubriendo una zona cuyo tamaño estimaron los testigos como el de un campo de fútbol americano.

Mientras que el cociente de alta extrañeza aumentaba, padre e hijo afirmaron haber escuchado un sonido sumamente extraño que emanaba desde el fondo boscoso del valle que dominaba su colina. "Acto seguido", explicó "Pappy", escuchamos un grito que provenía de la zona boscosa al suroeste de la colina. En cuestión de cuatro segundos, nos fue posible escucharla desde el suroeste. Ningún ser humano pudo haberse desplazado semejante distancia en ese espacio de tiempo.

Ni "Pappie" ni su hijo pudieron reconocer el grito como el de un animal conocido, como lo sería un gato montés. La vocalización sonaba extrañamente humana...

 

Alaridos desgarradores

 

Hay casos en la que la presencia del fenómeno OVNI no se pone de manifiesto. El 20 de abril de 1905, la señora Rose Bushnell de la ciudad de South Fork, California (EUA), tuvo una experiencia aterradora: sentada en la compañía de sus padres, su hermana, abuelos y varios primos y amigos, Rose contó que los presentes escucharon los gritos de una multitud de hombres, mujeres y niños que provenían del cielo azulado directamente por encima de su casa. Según Rose, "los gritos parecían provenir de una distancia muy lejana, disipándose por unos cuantos minutos y regresando posteriormente con mayor volumen".

Los terribles y desgarradores gritos duraron por un espacio de quince minutos, poniéndoles el pelo de punta a los miembros y amigos de la familia Bushnell. Agregó Rose que "las mujeres, hombres y niños gritaban juntos, como si padeciesen un dolor terrible. No hay palabras que puedan describir estos horribles sonidos, que aún reverberan en mi mente".

La entrevista con la señora Bell figura en el libro Strange Disappearances (Desapariciones Extrañas) de Brad Steiger, y el veterano investigador y autor trató de vincularlos con los posibles "bolsillos en el tiempo y el espacio" en que pudiesen haber caído los cientos o tal vez miles de personas que han desaparecido a lo largo de los tiempos: una especie de limbo viajante que puede absorber a los desventurados y condenarlos a la inexistencia por el resto de la eternidad. Otros investigadores más religiosos tal vez intentarían vincular este extrañísimo fenómeno en el sur de California al comienzo del s. XX con la existencia del infierno como lugar de castigo para los impíos, pero no podemos evitar la tentación de invocar la presencia de los llamados "ovnis invisibles" cuya presencia se viene describiendo desde los comienzos de la fase moderna del fenómeno ovni hace 50 años. No sería descabellado visualizar desapariciones en masa de seres humanos por obra de fuerzas extrañas, y cabe señalar que el año 1905 fue uno de fenómenos de alta extrañeza en distintas partes del mundo. "El invierno del temor" documentado por Charles Fort en sus obras dejaba paralizada a Inglaterra mientras que los Estados Unidos vivían las últimas manifestaciones de los misteriosos dirigibles o "airships" que tanta sensación causaron en su momento.

 

Un fraude estremecedor

 

Uno de los casos más extraños de su momento – durante la época dorada del fenómeno OVNI en la década de los setenta – se produjo el 6 de agosto de 1977 en el poblado de Pelham, Georgia (EUA). Tom Dawson, un comerciante de automóviles de segunda mano de 63 años de edad que vivía en un estacionamiento de remolques, había salido a pasear a sus dos perros y a visitar vecinos como solía hacer en sus días de asueto. Posteriormente, Dawson cruzaría un prado lleno de vacas para llegar a un pequeño lago donde acostumbraba a practicar la pesca.

Justo al internarse en el prado, el testigo contó que un objeto "brillante y circular" salió del cielo para quedar suspendido casi directamente frente a él, suspendido a un metro del suelo. Dawson dijo haber se quedado paralizado – fenómeno que afectó no sólo a sus dos perros, sino a las treinta o más vacas que ocupaban el prado.

Cinco seres humanoides – tres varones y dos hembras – salieron del objeto a través de una escotilla. Los seres tenían la tez pálida, narices afiladas y orejas puntiagudas. Dos de ellos estaban totalmente desnudos y sus cuerpos carecían absolutamente de vello.

Sin dirigirle la palabra, el líder de los extrahumanos colocó una especie de gorro sobre la cabeza de Dawson para administrarle lo que parecía ser un examen físico. El "gorro" tenía varios cuadrantes y luces, y alambres conectados a un dispositivo parecido a un anillo.

La experiencia descrita por Dawson no pasaría de ser una experiencia de contacto bastante normal, dentro de lo que cabe, para aquella época, de no ser por el siguiente detalle alucinante: el vendedor de autos usados afirmó haber escuchado una voz humana que gritaba desde el interior de platívolo: ¡Yo soy Jimmy Hoffa! ¡Yo soy Jimmy Hoffa! hasta que el grito fue interrumpido repentinamente, "como si alguien hubiera tapado la boca del que gritaba con la mano".

Llegado este momento es necesario hacer un paréntesis para explicar a quién correspondía el nombre del que gritaba. Un año antes, Jimmy Hoffa, poderoso líder sindicalista estadounidense, había desaparecido misteriosamente poco antes de entrar a un restaurante de comidas rápidas. Su desaparición había conmovido al país entero, amén de dar pie a toda clase de teorías conspirativas. ¿Había descubierto Tom Dawson el paradero del sindicalista?

Jamás llegaría a saberlo. El examen físico que le practicaron los alienígenas acabó repentinamente. Acto seguido, los humanoides volvieron a ingresar en su ingenio volador y el objeto ascendió a una altura de 75 pies antes de desaparecer por completo. La extraña parálisis que aquejaba al humano, a los perros y el ganado dejó de surtir efecto y Dawson se alejó corriendo del prado hasta la casa de su amiga Linda Kolbie, quien pensó que Dawson se había topado con una serpiente venenosa en el campo. Jadeante, con los ojos desorbitados, Dawson logró decir "nave espacial" antes de ser llevado a la sala de urgencias.

Los médicos administraron tratamiento para su histeria y confirmaron que Dawson había sufrido un shock tremendo y que no había consumido alcohol ni drogas. Todos los vecinos coincidieron en que Dawson era un hombre trabajador y respetado en su comunidad, y a quien no se le conocía como embaucador a pesar de la mala fama que caracterizaba a su profesión.

El investigador Jerome Clark, quien analizó el caso en su momento, dijo que mientras que era absurdo pensar que Jimmy Hoffa se encontraba preso a bordo de un platillo volador, la declaración de Dawson era fidedigna. "Si alguien me preguntase algún día", escribió Clark, "sobre lo que verdaderamente pienso sobre los OVNI, contestaría que creo que alguien se está burlando de nosotros en algún lado".

Pero, ¿quién era, entonces, el que gritaba desde el interior del platívolo presenciado por Dawson?

 

"¡Dios mío, ayúdame!"

 

Durante los últimos días del mes de noviembre de 2003 el invierno ya se hacía sentir en todas partes de los Estados Unidos y la población de Morehead, estado de Kentucky, no era excepción. Sin embargo, algo raro habría sucedido la noche del 21 del mes que puede clasificarse de espeluznante.

Un informe anónimo remitido al National UFO Reporting Center con sede en Seattle rezaba así: "La brigada de rescate de los condados de Morehead y Rowan recibieron una llamada del departamento de policía de Morehead acerca de una voz de mujer que pedía ayuda a gritos, haciéndolo tres veces. Dos testigos afirman haber visto una luz brillante en el cielo por espacio de un minuto antes de que la brigada de rescate se personara en el lugar de los hechos. Se le solicitó al departamento de bomberos hacer una búsqueda utilizando una cámara de imágenes térmicas, aunque dicha búsqueda fue infructuosa. Los testigos son vecinos de Morehead. A menos que se confirme el informe de una persona desaparecida, no se continuará la búsqueda".

En eso quedaron las cosas hasta que el investigador Donnie Blessing de la MUFON tuvo la oportunidad de hablar con una tal "Sra. Huff" el 3 de diciembre del año en curso. La mujer le dijo al investigador que su marido había formado parte de la brigada de rescate que había respondido al incidente de los gritos en el camino rural conocido como Adams Lane. Una persona había irrumpido en la estación de bomberos, según le había contado su marido, diciendo que una mujer y su niño habían estado caminando en la cuesta de una colina y que "una nave espacial" había bajado para llevarse al menor, haciendo que la mujer gritara "¡Ayúdame, Dios mío, ayúdame!"

Blessing no daba crédito a sus oídos y le preguntó a la mujer si sería posible hablar con el marido, cosa que logró hacer al día siguiente. El "Sr. Huff", seudónimo asignado por Blessing al bombero, relató lo mismo que la había dicho su mujer. El bombero amplió detalles, comentando que otro miembro de la brigada de rescate había sido abordado por un hombre mientras que se encontraban en las cercanías del cuartel de la policía estatal de Kentucky. El extraño decía haberlo visto todo: "Había una mujer en un campo y que luego había bajado un OVNI para secuestrarla".

Más extraño aún resultaba el incidente que había tomado lugar dos días antes, cuando la brigada de rescate había recibido otra llamada telefónica, esta vez de unos vecinos que avisaban haber visto "un niño de dos años de edad caminando a lo largo de la carretera 60 en pañales". El vecino había visto al pequeño, que parecía inmune al frío imperante, y había dado parte a las autoridades enseguida. Las pesquisas posteriores jamás dieron con ningún niño perdido y jamás se recibieron llamadas posteriores sobre la presencia del diminuto vagabundo.

Otro investigador del fenómeno OVNI, Kenny Young de la Mid-State Research Associates con sede en Ohio (EUA), logró comunicarse con un profesor universitario de ascendencia inglesa que vivía en Adams Lane y que había sido contactado por agentes del orden público sobre los gritos que se escucharon en esa zona rural.

El profesor anónimo declaró que se encontraba en casa cuando se escucharon los alaridos. "Sí, estaba en casa cuando se oyeron los gritos. Se escucharon unos gritos francamente espeluznantes pero nadie pudo averiguar nada más al respecto".

Curiosamente, el profesor había tenido una experiencia OVNI entre las 21:00 y 22:00 horas en la región, mientras que conducía en la compañía de sus dos hijos de 15 y 18 años de edad respectivamente. Los tres hombres se percataron de un objeto aéreo extraño que se cernía sobre un campo abierto; la configuración del aparato era ovalada y de color blanco, moviéndose "como lo haría un colibrí". Después de tres o cuatro minutos de observación inicial, el objeto comenzó a desplazarse rápidamente de un lado del firmamento a otro. El profesor y sus hijos estacionaron el coche y se bajaron para determinar que el objeto no era un avión ni tampoco un helicóptero, y transcurridos algunos minutos, los testigos reingresaron a su vehículo después de que el objeto les infundiera cierto recelo. "Yo diría que era una sensación de recelo más que de temor", explicó el catedrático. "No sabía qué era lo que estábamos viendo y me preocupaba pensar que aquello nos hubiera detectado".

Después de regresar a su casa, los testigos siguieron viendo el extraño objeto desde la ventana de una habitación en la segunda planta. El extraño objeto comenzaba descender, mudando sus colores de blanco a anaranjado, y asentándose en un campo.

Se produjo un cambio de color adicional, esta vez de anaranjado a rojo. Al suceder esto, los animales de las casas y granjas vecinas enloquecieron, ladrando como locos y tratando de romper sus cadenas. El objeto saldría disparado para perderse en la noche.

Fue justo entonces que los hijos del profesor salieron de la casa y escucharon los gritos provenientes del campo en dónde el extraño objeto parecía haber tomado tierra. "Se trataba de una voz femenina", explicó el profesor a Kenny Young. "Mis hijos se metieron en el coche y llamaron a la policía, dando parte sobre los hechos".

En menos de media hora una veintena de policías se habían aparecido en la casa de instructor universitario para comenzar su propia búsqueda. A pesar de sus titubeos iniciales, el profesor informó a los policías sobre el avistamiento OVNI, sorprendido al descubrir que no se burlaban de él. Según las declaraciones del profesor a Young, uno de los policías llegó a admitir haber visto un ovni también, aunque no supo precisar si se refería al mismo objeto.

 

Conclusión

 

El caso de los extraños gritos que desgarraron la oscuridad invernal del estado de Kentucky permanece abierto. El investigador Young ha descubierto inconsistencias en el testimonio de la mujer del bombero y la versión vertida por el mismo bombero. Nos preguntamos si el próximo paso a seguir consistirá en revisar detalladamente las partes policiales en cuanto a denuncias de personas desaparecidas – madre e hijo, en este caso. Los aspectos claramente espeluznantes de este caso hacen que nuestra imaginación funcione a toda velocidad, sugiriendo hipótesis imposibles de respaldar con hechos. ¿Sería la madre una abducida que se dirigía a un lugar desierto – al estilo de Expedientes X – para entregar a su hijo híbrido a fuerzas no humanas? ¿Gritaría acaso al salir de algún estado de sugestión hipnótica y darse cuenta de lo que acababa de hacer? ¿Qué fue de ella? Y más inquietante aún: ¿Quién era el niño en pañales que caminaba tan ufano por la cuneta, inmune al frío? Las crónicas de abducciones de los años '90 nos dicen que los alienígenas "Grises" son supuestamente capaces de proyectar imágenes pantalla que los disfrazan ante los ojos de los seres humanos. ¿Sería en efecto uno de los Grises proyectando una inocente imagen infantil en las mentes de los testigos? La incógnita sigue sin respuesta.


¿Son los ovnis un fenómeno moderno?

 

Eduardo Mendoza Palacios

Guatemala – Guatemala

empz1@canal3.com.gt

 

(Nota de Carlos Iurchuk: Material extraído de la serie "Archivo de lo increíble" Nº 48, publicada oportunamente en la web "El Dragón Invisible".

Material tomado del libro "OVNIS Preguntas y Respuestas" del mismo autor.)

 

En su acepción, como tal, la respuesta es sí. El término surgió después de haber sido llamados "Platillos Volantes" por el piloto comercial Kenneth Arnold el 24 de junio de 1947.

Investigadores serios sostienen que el fenómeno es tan viejo como la humanidad. Para esto se recurre a una serie de leyendas, descripciones pictográficas y textos antiguos. Erick von Daniken, uno de los pioneros de la astroarqueología pretende haber confirmado la influencia de seres de otros mundos en antiguas civilizaciones. Se recurre a la experiencia de Tutmosis III, la Vimanas de la India, la calavera de cristal de la cultura Maya, las líneas de Nazca, los Moais de la Isla de Pascua, textos de la Biblia, figuras en cavernas del Sahara y hasta pinturas del medioevo, para demostrar la presencia de extraterrestres en el pasado histórico de la humanidad.

Lo cierto es que si nos sumergimos en los pasajes y vestigios de civilizaciones anteriores a la nuestra, encontraremos evidencias que resultan incomprensibles, asombrosas e inauditas. El siguiente ejemplo es clásico de lo anterior. En él puede haber muchas interpretaciones, pero la calificación del hecho solo puede ser de una experiencia "No Identificada".

El 24 de septiembre de 1235 A.C. el general Yoritsume se encontraba al sur oeste del territorio que hoy es el Japón. De pronto más al sur se observaron a medianoche el movimiento de varias luces que se tenían movimientos extraños. Ante la imposibilidad de por dar una respuesta al fenómeno, el militar ordenó una investigación a fondo por parte de entendidos en cosas del cielo. Los objetos o lo que fuera no dejaron de aparecer durante toda la madrugada. El informe presentado al día siguiente por los expertos fue el siguiente:

"Su excelencia, los objetos que se vieron, son únicamente astros (estrellas), que son balanceados por el viento".

Hoy se ha descubierto que más del 90% de los avistamientos OVNI son producto de malas interpretaciones, errores de percepción o simples fraudes. Esto es importante al evaluar las experiencias del pasado, ya que si en la actualidad se comenten imprecisiones al observar luces y objetos en el cielo, resulta grave cuando no existía suficiente información al respecto.

De cualquier manera se puede concluir que bajo el término OVNI ocurrieron en el pasado decenas de hechos que bien pueden llevar ese calificativo. En conclusión el fenómeno no es un suceso moderno y allí donde radica su importancia puesto que a pesar del tiempo y los avances tecnológicos, hoy no se puede decir con certeza que el misterio ha sido desvelado.


Los encuentros de Ricardo

 

Virgilio Sánchez-Ocejo

Miami – Estados Unidos

ufomiami@prodigy.net

 

Uno de los casos más excitante, estilo a las películas de Hollywood, en el que fuimos envueltos, fue el encuentro que tuvo Ricardo con seres extraterrestres. No sólo su relato es interesante, como también las circunstancias que lo envolvieron.

Todo comenzó en abril de 1982, cuando las fuerzas argentinas invadieron y ocuparon las Islas Malvinas, en inglés Falkland Islands, un grupo de 2.000 islas con una población de 2.121 habitantes. Dos de las islas más grandes son dependencias británicas. Están localizadas al sur del Océano Atlántico, en la América austral. Geológicamente, Las Malvinas, son parte de la Patagonia en la Argentina, estando conectadas con el continente por su plataforma submarina. Bajo la constitución, las islas estaban administradas por un gobernador británico. Argentina y la Gran Bretaña se disputaban su soberanía desde mediados del año 1960 en las Naciones Unidas. Las negociaciones estaban en progreso en abril de 1982, cuando las Fuerzas Argentinas invadieron y ocuparon las islas por 10 semanas, en un intento de llegar a un acuerdo por la fuerza, pero fueron derrotados por las fuerzas británicas rindiéndose el 4 de junio de 1982. Argentina continúa reclamando las Islas Malvinas, pero el gobierno inglés se ha negado a continuar las negociaciones. A pesar de todo, ambas naciones reanudaron sus relaciones diplomáticas en el año 1990.

En junio de 1982, dos meses después de la invasión de las islas por las Fuerzas Argentinas, fuimos visitado por nuestro amigo Atilio Spinello, que reside en la ciudad de Mendoza, Argentina. Anteriormente, Atilio me había llamado por teléfono para informarme que tenía un caso OVNI muy interesante, pero que quería discutirlo personalmente conmigo. Esta fue mi primera impresión de que algo extraño estaba ocurriendo ya que siempre habíamos hablado libremente.

A su llegada a Miami, me explicó que este hombre llamado Ricardo, había tenido un encuentro con entidades extraterrestres que le dijeron, durante su abducción ocurrida antes de la crisis de Las Malvinas, que los militares argentinos iban a invadirlas y que después perderían la guerra en contra de los ingleses.

Atilio me dijo: "El problema es que después de la guerra, algunas agencias de inteligencia del gobierno, los están buscando para interrogarlo porque si conocía de antemano lo que iba a pasar, lo hacía sospechoso de ser un espía británico. Una de estas agencias había tenido a Ricardo bajo custodia y después de interrogarlo y torturarlo, lo dejaron ir con hematomas y un brazo roto. Ahora tengo a Ricardo como empleado en mi casa de Potrerillo – lugar de esquiar en las afueras de Mendoza – El desea hablar contigo, con el Dr. Hynek y con el Dr. Willy Smith".

Ese mismo año fuimos invitados a participar en el congreso de la Federación Argentina de Estudios de la Ciencia Extraterrestre (F.A.E.C.E.) en el mes de Diciembre. Teníamos dudas en asistir, ya que las relaciones entre el gobierno argentino y los Estados Unidos se habían enfriado. Había un sentimiento anti-americano por la ayuda brindada a los británicos, durante la guerra, suministrándoles datos de inteligencia recogidos por nuestros satélites. Teníamos recelos de aparecer en un público que resentía a los norteamericanos. Atilio nos aseguró que ese no era nuestro caso, porque habíamos asistido a varios congresos, intercambiando información sobre los OVNIs, y la política no era nuestro tópico.

Por otro lado, Atilio había obtenido la seguridad de la agencia de inteligencia de la Casa Rosada, el equivalente a la Casa Blanca de Washington, de que ningún otro cuerpo de inteligencia interferiría en nuestra investigación. En aquellos días había 6 cuerpos independientes de inteligencia en el gobierno argentino. De todas maneras, llamé por teléfono al Sr. Eduardo Ficarotti, presidente de la F.A.E.C.E., y éste nos aseguró, también, que los organizadores del congreso estaban al tanto de lo que acontecía y que tomarían medidas al respecto. "No los dejarán solos en ningún momento", me aseguró.

Me puse en contacto con el Dr. Hynek y el Dr. Smith, y los puse al corriente de la experiencia de Ricardo, de los problemas o represalias que podríamos enfrentar, de las seguridades que nos habían ofrecido y si, de todas maneras, querían hacer el viaje, contestando ambos afirmativamente, partimos para la Argentina, el 5 de diciembre.

Después de un día de vuelo, llegamos a Potrerillo, en la Provincia de Mendoza, a las 11:00 P.M.. Después de los saludos formales y cuando todavía nos encontrábamos abriendo las valijas, alguien tocó en la puerta. Todos nos miramos extrañados. ¿Quien podría ser a esa hora de la noche? Atilio contestó y una dama muy bien vestida entró. Fuimos, uno por uno, presentados y sin intercambiar más palabras, la dama se despidió. Todos le preguntamos a Atilio ¿Quién era la misteriosa dama? a lo que respondió; "Es la esposa del Director de la Agencia de Inteligencia de la Casa Rosada, él se había quedado en el coche". "Quería verificar que todos habíamos llegado bien, porque tenía informes de otro Dr. Smith, que había llegado a otra ciudad". Además, nos dejó a Marcelo (nunca le preguntamos su apellido, ¿para qué?,) un agente armado con una pistola calibre 45, que nos acompañó todo el tiempo que estuvimos en la Argentina y nos llevó hasta el avión que nos trajo a los Estados Unidos.

Sabiendo que estábamos vigilados, decidimos entrevistar a Ricardo al siguiente día, en un columpio del jardín, para no aparecer que hacíamos las cosas ocultas. Después del desayuno, salimos al patio para comenzar a escuchar la historia de Ricardo. De pronto, vimos a un helicóptero armado de la Marina sobrevolarnos a muy baja altura. El Dr. Smith, cámara en mano, trató de fotografiarlo, pero le aconsejé que, en la circunstancia en que estábamos, era mejor que no lo hiciera. Esa mañana, y en los siguientes dos días que entrevistamos a Ricardo en el jardín, pudimos ver algunos militares vestidos de azul por los cerros que rodean la casa. Atilio nos informó que eran de la Marina y que probablemente nos estaban observando ya que no había ninguna base ni aeropuerto militar en esa área. Marcelo nos dijo que no nos preocupáramos, ya que la Marina sabía él estaba allí para protegernos y que no harían nada mientras él estuviera con nosotros. Demás esta decir que Marcelo formó parte de la investigación, tomando notas y haciéndole preguntas a Ricardo. Por otro lado, ¡Marcelo resultó ser un experto cocinero, haciendo asados!

 

El primer encuentro

 

Nacido en Mendoza, Argentina, su nombre completo Ricardo Jesús Velazquez, jugador profesional de soccer, ocasionalmente también trabajaba en la construcción como albañil.

El 23 de febrero de 1981, a las 8:00 P.M., Ricardo se ejercitaba corriendo por unos cerros en las afueras de Mendoza, como siempre lo hacía antes de un partido de soccer. Bajaba corriendo un pequeño cerro, de unos 30 ó 40 metros de altura, cuando se tropezó con dos personas. El las describe como entre 1,85 a 1,90 metros de altura, delgados pero musculares, de pelo castaño y vistiendo un traje color oscuro parecido a los que practican el karate. "Ellos estaban parados, pero flotando unos 30 centímetros del suelo, en la base del cerro en unos arbustos", nos relata. "Yo venía corriendo cuesta abajo cuando una de las entidades me paró en seco con una luz, que me proyectó en mi pecho, impidiendo que chocara con é". Esto (la luz) me causó unas quemaduras en el cuerpo. Entonces, viraron como para irse. Del susto que me llevé, comencé a gritarles y a insultarlos. Se volvieron hacia mí y me dijeron que no tenía que insultarlos ni estar enfadado. Me dijeron que si quería saber ¿porqué estaban ahí y si me gustaría ir con ellos? La conversación fue telepática. Ellos no hablan, pero pude oír sus palabras en mi cerebro", nos cuenta Ricardo.

"Ellos se colocaron a cada lado mío y comenzaron a deslizarse, no caminaban, no movían sus manos o pies. Yo me deslizaba con ellos sin mover mis pies. Fuimos bordeando otro cerro y pude observar una fuerte luz flotando cerca del suelo. Llegamos y nos introducimos en la luz. Adentro había otra luz y cuando atravesamos la segunda, nos encontramos dentro de una habitación oval, iluminada como por una neblina amarilla. Delante de mí había una pantalla grande, del tamaño del parabrisas de un coche. Enfrente de la pantalla había un asiento flotando en el aire, no tenía base, con un cojín del mismo color de la habitación. Había otras 4 entidades masculinas con nosotros, no vi ninguna figura femenina. Uno a mi derecha, otro a mi izquierda y dos frente a mí. El de mi derecha no hacía nada, los otros tres parecían estar ocupados operando los controles de tipo de máquinas. En total éramos 6 personas en esa habitación. Las máquinas se parecían a las mesas que usan los dibujantes, pero llenas de controles con luces que se encendían y apagaban", nos contaba Ricardo.

"Entonces, comencé a oír un agudo zumbido. Empezamos a movernos. En la pantalla, frente a mí, apareció el terreno de afuera. Viajamos entre unos cerros. Pude reconocer los lugares; las afueras de la ciudad ´Tupungato´, un lugar que los alpinistas llaman ‘La Laguna Azul´, los diques ´Fría´ y ´Maure´, la zona ´Chagra´ etc. Después nos dirigimos hacia la Cordillera de los Andes. No pude estimar la velocidad porque nada vibraba adentro. Sentía una fuerza que me sujetaba, no podía moverme, ellos nunca me tocaron".

"Dimos una media vuelta y vi una típica montaña rocosa andina. Entonces, nos pusimos, en un ángulo, de cara a la montaña. Una de las entidades se movió a otra máquina y el zumbido creció en intensidad. Yo podía ver en la pantalla, frente a mí, que íbamos a chocar contra la montaña, sentí pánico, pero en el momento del impacto, la montaña se abrió como un hueco sin forma. Al entrar por la abertura, sentí como si una puerta se cerrara detrás de mí. Yo calculo que viajamos unos 250 a 300 kilómetros en dos minutos. La luz se apagó por dos o tres segundos, y nos encontramos en un hangar iluminado por la misma luz amarilla. Tomando en cuenta los dos o tres segundos que viajamos sin iluminación, este hangar estaría localizado a cuatro o cinco kilómetros dentro de la montaña. Salimos de la habitación de la misma manera que habíamos entrado, a través de las dos luces y con dos entidades a cada lado. El que estaba a mi derecha, que parece ser el jefe, atravesó una pared, no había puertas en el hangar. Nosotros los seguimos a tres metros de él atravesando paredes, al igual que nosotros hacemos con las puertas. No caminábamos, sino que nos deslizábamos. Atravesamos directamente aberturas en la pared, pero sin verlas. En el primer local vimos a 10 entidades trabajando en máquinas como computadoras o televisores con diferentes imágenes. Todos vestían igual. En el segundo local, lo mismo, pero con 15 entidades. Pude observar en las pantallas; un agricultor, en otra pantalla; un caballo, en otra; una gran ciudad como New York, yo la he visto en el cine y en la televisión, en otra; la ciudad de Buenos Aires. En el tercer local, lo mismo, pero con diferentes imágenes en las pantallas. Entramos en un cuarto local, mucho más grande y con una enorme pantalla, 6 x 6 metros, que se podía ver en tercera dimensión".

"La entidad que iba enfrente se detuvo en una máquina con controles y mentalmente me preguntó si quería ver cosas en el pasado, el presente o del futuro. Yo consentí, por supuesto, ellos ya sabían mi respuesta. Me enseñaron el suburbio de una ciudad, con personas normales; unas delgadas otras gordas, algunas altas otras bajitas, de piel blanca y de piel oscura, etc., algunas caminando otras en bicicletas, damas regando el jardín, muchas plantas, flores, pero no habían coches. Todo lucía tranquilo y en paz. La entidad en los controles me miraba sonriente".

"Me enseñaron, en la pantalla de 3-D, una ciudad vacía, con edificios perfectos, yo pensé que era la Atlántida. Me preguntaron: ¿Quieres saber de dónde vienes? Les contesté; de mis padres. No. me dijo. ¿Quieres saber de dónde realmente viene tu alma? Entendí, como que yo no era hijo de mis padres, y él quería enseñarme quién era yo realmente".

"En la pantalla apareció la figura de Jesús Cristo, representando al Padre. Ellos usan la palabra Padre en vez de Dios. Estaba predicando, en el tope de un cerro, a un grupo de sus seguidores. Al final, sólo 8 personas lo siguieron, 7 hombres y una mujer. Ellos me explicaron que lo mismo me pasaría cuando contara mi experiencia... Yo comprendí que, aunque le hablara a miles, sólo unos cuantos me entenderían".

"Todo lo que me enseñaron en la pantalla gigante de 3-D, venia con una explicación. Como se formó la Tierra, desde el punto de vista católico. Yo pienso que lo hicieron porque soy católico. La Tierra de hoy, con su Ecología destruida. Ellos me dijeron una palabra que nunca había oído antes; ´Eclósica´. Fue una lección de como hemos destruido el medio ambiente".

"Ellos me enseñaron la causa de nuestra destrucción; las guerras, Libia, Israel y más tarde la Argentina. El Polo Sur con sus témpanos de hielo, barcos, aviones y soldados peleando. Fue tan natural, que podía percibir el olor a pólvora, la muerte. ¡Muy en vivo! El hombre puede cambiar todo esto. Está en nuestras manos el hacerlo. Ellos me enseñaron las armas modernas hechas por el hombre y lo estúpidas que son".

"Me explicaron, que hay varias razas en este Universo. Me enseñaron 4 ó 5 razas que viven paralelamente. Una era más vieja que los Atlantes. Ellos la llaman ´Lamar´, pertenecen a otro ciclo. Viven en túneles subterráneos, con salidas en los polos. Usan un sistema molecular para crear un ´hueco´ en las rocas, por donde entra la luz solar. Esta raza es idéntica a la que vivió en el planeta Marte".

"Hubo una guerra civil en la Atlántida, cuando los polos de la Tierra se desviaron y las montañas se convirtieron en océanos y viceversa. Yo les pregunté: ¿Qué podíamos hacer? Ellos me contestaron que nos podrían enseñar la manera, pero somos los humanos los que tenemos que hacer el trabajo".

"Aquí terminó mi primer encuentro. Me preguntaron en donde me gustaría que me dejaran. Yo pensé, en el mismo lugar en que nos habíamos encontrado. Hicimos el mismo recorrido. Salí de la luz con las mismas dos entidades a mi lado. Ellos regresaron entrando en la luz. Yo corrí para mi casa, a unos 6 kilómetros. Todo sucedió en una hora".

 

El segundo encuentro

 

"Siete meses más tarde, en noviembre del mismo año, caminaba por la noche hacia la casa de mi cuñado, cuando vi una pequeña luz cerca del suelo. Se fue agrandando y se materializó una entidad. El mismo tipo que las otras; traje oscuro, etc. Por telepatía me dijo; ‘vamos a tener otro encuentro’. La entidad entró de nuevo en la luz, desapareciendo".

 

El tercer encuentro

 

"El 23 de febrero de 1982, exactamente un año después del primer encuentro, me encontraba corriendo, entrenándome para un partido de soccer, cuando me encontré con ellos en el mismo lugar, por tercera vez. Ellos me llevaron al mismo hangar subterráneo, pero sólo me enseñaron en la pantalla grande de 3-D, el polo Sur, los témpanos de hielo, y las batallas. Entonces, me di cuenta que era una guerra en las Islas Malvinas. Me enseñaron los barcos de guerra, helicópteros, aviones de guerra, las batallas, los prisioneros, toda la guerra. Al mismo tiempo, me explicaron que todo era un tópico político, más negocio que guerra".

"Esta vez me regresaron de diferente manera. Su base, en la montaña, está cerca de un dique hidroeléctrico. Salimos por debajo del dique, por el agua. Esta vez, me dejaron cerca de mi casa, a 4 kilómetros. Llegué a mi casa sintiéndome física y mentalmente mal. Estuve confundido por 20 días, no sabía que hacer. Alguien me aconsejó que fuera a ver al ufólogo Sr. Faruk Allen", el entonces representante de F.A.E.C.E. en Mendoza.

Algún tiempo después, Faruk nos informó que se había entrevistado con Ricardo el 10 de enero de 1982, y que le tomó una semana para calmarlo. Entonces, procedió a grabar en un casete su experiencia. Hizo varias copias entregándole una al ufólogo Pedro Romaniuk. Por razones desconocidas por él, Romaniuk envió su casete a las Fuerzas Armadas.

"El Servicio Secreto del Ejército comenzó por interrogar (y torturar) a Ricardo y a todos los que estaban cerca de él. Esto ocurrió en Enero y la guerra de las Malvinas comenzó en Abril. Había rumores de una confrontación militar y el Servicio Secreto, en ese momento, creyó que se había filtrado información secreta. ¡Yo tuve la suerte que no me detuvieran!", nos dijo Faruk.

 

Y pasaron los años

 

En noviembre 7 de 1989, regresamos a Mendoza. Esta vez, tuvimos la oportunidad, sin ninguna presión, de conversar con Ricardo, y a su vez, verificar su experiencia. Pudimos localizar el cerro donde sostuvo los encuentros con los alienígenas. Nos sorprendió que no cambió en nada su historia, después de haber pasado 8 años. Ricardo se prestó para filmar su relato, el cual aparece en un documental que hicimos en Capilla del Monte, Córdoba, sobre el misterioso cerro Uritorco, titulado "PUERTA A LO DESCONOCIDO".

 

Nota final

 

Al igual que las predicciones en el Caso Filiberto Cárdenas, la experiencia de Ricardo nos muestra que estas entidades, de alguna manera desconocida por nosotros, pueden saber lo que ocurrirá en el futuro. Nos encontramos buscando las evidencias físicas del fenómeno, la tuerca y el tornillo de la nave. Quizás los tengan, pero si aprendemos de ellos, como conocer nuestro futuro, no solo sería un gran descubrimiento, sino también una tremenda arma. La ciencia moderna explora un Universo lleno de sorpresas y menos ajustado a las estructuras de nuestra conciencia. Hoy, la sicología, como ciencia, está mucho más atrasada si la comparamos con las demás ciencias. El Dr. Hynek expresó: "Una característica del fenómeno UFO es que se presenta altamente aislado en ambos, en espacio y en tiempo, se manifiesta y entonces desaparece". De una cosa sí estamos seguros, ‘el tiempo’ en una llave importante en la Ufología y por ende, será nuestra siguiente evolución científica.